Abraham Arreola

Terminó el camino y decías: te quiero. Me ví como el patán más cruel y vil. Te busqué, te abracé, traté te separarte, de demostrarte lo que en verdad éramos y fuímos siempre. A todo esto, al caer tu telón, decías: te quiero. O funcionó o me jugaste tu mejor carta. Creí que nada era más terrible que recibir tus "te quiero" sin merecerlos. Hasta que escuché que a otro le decías igual. Te quiero. Por eso el telón, por eso tu teatro. Pago entonces mi boleto. Recibe mis aplausos efusivos. Pero haz tus obras en otra parte. FIN Abraham Arreola

Hoy no tuve a quién dedicarle rosas. Quiero explorar jardines pero muchas flores quieren vivir ya en maceta propia. Pregunto la hora y ni el sol responde. ¿La última parada está por llegar? Aún me falta mucho por conocer, besar, abrazar. Cerdo que se revuelca en el lodo y emerge de él como un hombre pulcro. Al césar lo que es del cesar. Y al amor lo que es de él. Libertinaje que no se sacia hasta el mañana de mañana en la mañana. Infinito espiral del que sólo se salva si se le sigue como hoja en el tornado. Pues todo infinito tiene su final. Es un eterno. Que bien vale la pena, el mareo de las vueltas que da la vida. El espiral.  FIN Abraham Arreola

Qué tal, admisnitradores. Reciban un saludo cordial. Les presento mi inquietud. Hace ya dos años participé en un concurso sobre propuestas de desarrollo urbano. Mi propuesta fue sobre mejorar el Transporte Colectivo en este estado: Querétaro. De este concurso quede como finalista. Entre las personas que ahí se encontraban, una persona se acercó y me comentó que mi proyecto le había interesado a varias personas: "¿Puedo proporcionale tus datos? me comentó en aquel momento." Acepté, él tomó mis datos generales, me agradeció y la presentación de proyectos dió inicio. Soy originario y residente del municipio de Querétaro. Actualmente trato de contactar por correo electronico a los organizadores del evento (pues ellos se encuentran en el Distrito Federal) sin que obtenga respuesta alguna hasta ahora. El proyecto que presenté, es (muy) similar al que ahora implementan. Es ahí, donde surge mi inquietud de saber más acerca del origen de su implementación en la ciuda

Luz de tiempo.  Mi camino. Vuelven los días. ¡Quédate, señorita Fantasía¡ No me abandone padre Paciencia ni madre Amor. Amante Obsesión vela por mi, no abandones a Cordura, sin ustedes caminaría a ciegas, a oscuras. Soy ustedes. Las virtudes en un hombre. Soy mujer. Ser perfecto.

Donde no haya existencia vulgar. La vida en cuestión. Forzar el límite, doblegarlo. El despertar trae consigo poca reflexión. Todo es nuevo. El novato más viejo que hayan conocido.

Jesús Nuestro Señor, vino por nosotros. Se entregó por nosotros. Padeció por nosotros. Murió por nosotros. Resucitó por nosotros. Está con nosotros. Todo esto, por Amor. ... Felipe Zamudio

Será que mientras más temo dar un beso, más espero un abrazo. Disimulo no mirar, pero son hermosas: rosas en flor. En el límite estoy. Me gusta lo que veo. Arte natural. Se termina el viaje, muchas miradas bellas me siguen, las correspondo y me quedo en duda. ¿Cuál será su vida? Qué esconderá debajo de su mirada caída. Si su blusa es grande o su camisa tan apretada que. Es adictivo mirarla. Mirarle. Mirarles. Será la edad, será que son bellas todas. Será por el fin de otoño. Será la calor.

Me dicen que ya me vaya, que nunca me van a contratar. Me dicen que no haga nada si no veo primero sus bolsillos pagar. Me dicen que trabaje. Eso si puedo hacerlo. Tal vez sus intenciones sean buenas. Pero si lo charlamos en un lugar público... Me tomas a escondidas, dices que yo valgo mucho, que tu eres exitoso, que conoces este negocio. Que mejor me largue de aqui. Dímelo donde todos sepan lo que has dicho. No soy de secretos a medias. Defiéndeme, entonces, de la injusticia que se me comete. Por favor, pues soy un ingenuo. No me miras a los ojos y cuando lo haces, tu mirada se dilata. Te quitas la máscara, te excitas. Mañana quizá todos me hablen y me digan adiós. Se reirán del que estuvo tres meses y nunca se quedó. Y mientras me abrazan me dirán: te dije, te hubieras ahorrado la molestia. Si el jefe mira, soy el amigo. Por eso soy el raro, el que quiere trabajar, el intruso. El que por un egoísmo inexplicable no comparte su vida. Resulta que soy cruel por no

Mis ojos quieren la oscuridad de los párpados. El paisaje se rebela, quiere hacer sufrir a los fotógrafos y cineastas. A punto de cerrar. Rugido pasivo de somnolencia. Afuera esta frío, acá apesta a humano. Sólo pintores, escritores y músicos... Exclusivo de las siete artes. ¿Puedo salir mamá? Anda, sólo un rato. Fútbol de la calle bajo tu manto. El beso se sazona mejor. Aquel riachuelo de ocasión, lleva besos, declaraciones, esperanzas y recuerdos. Y mientras esa chica corre en busca de un techo... La rosa florece.

A casa, la de origen, la natal. A esta hora el día es amarillo. El trabajador, audiencia dura en cada autobús. Lotería, sueño de todos los pasajeros. Al hogar donde sabe a infancia. Novedades pasivas, se atraviesan las anécdotas: azúcar para el café. Rotación y traslación. Freno, velocidades. El chofer viene acompañado. Éxodo motorizado. Todos pensamos lo mismo. Todos somos amigos.

Oh. Que iba a saber yo. Me dejó, avanzó rápido, se perdió en un punto de fuga. Olvidaba que en esa calle pasan dos rutas que me dejan en mi destino. Estoy arriba, ya. En la H de hoy hay perfume. La gente respira y se relaja. Respiro y recuerdo. Me relajo.

Quiero que me juzgue por ser productivo, no por ser su amigo. Necesito un trabajo donde no me traten mal por trabajar bien. Donde no tenga que hacer amigos para merecer la nómina. *** Policía bueno para ser malo. Dime todo sobre ti, Corp. *** Aquel niño busca trabajo, le dicen terco, necio, tonto; por ser hombre. Ese chico te reventará, provoca alergia en las personas hipócritas. Cara de resentimiento; me odiarás por no lograr que yo te odiara. Todo por buscar una labor. *** Tus hijos me rodean, muestran sus contratos, preguntan por el mío. Hombres con precio. Comentarios bajo el silencio, que no escuche el jefe. Picahielos de palabras: "lárgate". Amistad con los dedos trenzados tras la espalda. Dudo por el camino. Mis hermanos de aula no tuvieron tal bienvenida. ¿Han callado? O se adaptaron por miedo a no hablarle a nadie: será que... *** Si de tus labios no expresas mi adiós. Te lo advierto. Estaré aquí. *** Un árbol de limones es cui

Pregúntale al viento lo que he posteado en el roble. Si algún hombre supo qué había en mis venas. Si cuando te miro tiene sentido la palabra amor. Tus ojos miran lejos de mí. Risa que entregas al que pierde dignidad, al tonto, rebelde, ingenuo; quizá sea feliz. Aún temen al adulto, será por eso... Que sin ser tan distantes, parezca yo lava petrificada. Deseos. Candidata electa.

Vas conduciendo de noche y de repente un auto de integra a tu carril. De pronto tus ojos comienzan a irritarse, ¿cómo es esto posible? El conductor del auto de atrás lleva las luces altas. Es molesto. El remedio es sencillo. Frena tres veces. Las luces traseras se iluminarán. Indicando así el código adecuado para que el conductor apague sus luces altas. Si te llega a ocurrir esta situación, usa este código. Si llegas a ver que, en carretera, las luces traseras se encienden tres veces, toma tus precauciones. Y apaga tus luces altas.

No sabría decirte bien porqué. Confías, trabajas, sonríes. Me miras distinto a como miras a los demás. Protegido por tus caricias secas, casi muertas: algo pasado, oculto. Sin razón evidente. Lo que siento por ti en una palabra.

Quiero el más caro, el mejor, el más bonito. Consultar la hora, jugar a todas horas.  Tiene mil aplicaciones y qué. Sólo se presumirlo. Para ellos no es importante. Ya lo vendieron.

Fuera de tiempo, la misma ruta. Es un paseo, un deber. Se funde el caucho y el zapato. El hombre es vela frente al soplete. El sol. Horno de seis ruedas. Debo haber ganado mucho pan ya. No es paseo. Pero igual me divierto.

Ayer, broche dorado. Algo falta hoy. ¿A mi? Ecos del barrio, chofer feliz. Querétaro es mujer abandonada. Dobladillo de maíz cocido. Sólo el relleno cambia. ¿Situación sentimental? Enamorado del caer de mis párpados.

Domingo. La semana inicia. ¿Novedades? Quizá nos enteremos de ellas el lunes. Chismes de secretara, café rancio, y si viene el jefe... ¿y si eres jefe? El trabajo desenmascara el carácter. La cobardía es mejor pagada que la justicia. Un mal trabajador se premia, y al bueno se le discrimina. Trajes, camisas, piensas más en mañana, lunes. En lugar de disfrutar el hoy. Domingo. Día libre. FIN

Vocación o no, estás de aquel lado. Fue lo mejor, aquel beso. Mientras más velos y hábitos, menos memoria. Experiencia. Primaveras tendrán que pasar, para que en los inviernos dejes de mencionar mis labios. Noches de llanto, el placer del solitario. ¿Cómo fuiste capaz? Diesciseis y nada. Dios lo sabe. ¿Qué sabes tu? Cuando tus dedos se cansen, tu mirada recobrará su fuego. "Que poco hombre." Vocación o no, donde sea que estés. Al recordarme sabrás lo que es amar. Querer abrazar sin tener que besar, platicar sin desnudar, besar sin mostrar. ¿Cómo sabrás si te ama? Sólo recuerda mi nombre. Cómo te abracé, acaricié. Entre aquellas risas, algo escondí. Son regalos, envueltos en traición. "No me amaba." No te amé. "Nunca me quiso." Dudo que lo haría. Suspiros que atormentan, que guían. El hombre perfecto es el villano. El juego no cambia. ¿Te gusta perder? ... Regalos sin envoltura. FIN

Me seduce la carne, al amor pretendo encontrar. En la inocencia de sus ojos, en la silueta de su cadera. Aunque. Quizá mi momento esté cerca, mientras ella aún recuerda a sus muñecas. Viajo al bosque donde los "yo" cazan monstruos o mueren al querer hacerlo. Eres mi última esperanza. La esmeralda que desearía pulir si no fuera porque el viento la erosiona a su paso. Lianas y lianas, busco atinar mi lanza en el centro de la diana. Mi hogar es el bosque, el desierto. Ya no la pradera, ahora se volvió meta. Los monustruos me llaman y no quiero ir solo. Quiero un amor. A quién tomar de la mano. A quién proteger. A quién acudir cuando todo salga mal. Cuando el bosque termine y la que fue la pradera ahora sea un desierto en donde hay que crear un nuevo bosque. O mínimo, una pradera. FIN

Perdí. Galán ellos son. Adolescentes se burlan en mi cara, es la culpa, es mi culpa. Tosco. El tacto. La receta perfecta es: una multitud al gusto, un festejo banal. Cría en compañía que crecerán en soledad. Una soledad exhibicionista. Cerca de todos, pero lo suficientemente lejos para demostrar lo aislado del ser. Se agotó el espíritu. Inventa conspiraciones. De héroe a villano, siguiendo al sol. Y ya que es de noche... Es el demonio que se vuelve ángel. FIN

Son 15 años los que acaban. La iglesia local tiembla. Lo más cercano a un papa muerto es un párroco que abandona. Él sacerdote se siente culpable: "quizá fue que los tiempos cambiaron". No le basta. Se arrepiente. Las ratas son humildes. Me rodeó de ellos. La sacristía nos cuida. Tiembla todo aquel que no es el que se va. Pues mudar 16 años en una semana no es fácil. Pero ya se terminó. FIN

Las canciones de ayer son la base de las canciones de hoy. Son los padres, los abuelos. Los que descubrieron el amor en forma de música popular. Te quiero ver cantando, en la ducha, en la cocina, en la mesa. Quiero saber si estás feliz o triste, quiero saber que estás cantando. Cantar una canción es algo más que hacer una semblanza del amor... Lo dijo Jose Luis Perales. Estoy de acuerdo. Que cante mi familia, aunque desafine, pues siendo biólogos amateurs... Somos animales y privarnos de cantar, es como privar a un lobo de aullar. Está en nosotros la música. Tal vez no esté en tí la afinación natural, pero sonreír y suspirar te es vital. Canta. Si mi voz es perfecta y la tuya horrenda, cantemos a dúo. A dos voces una canción que resulte regular. Que nos una más. Si a esos perros les da pena mover su cola, mantengamos distancia de ellos. El sexo es al cuerpo, lo que la música al alma. Al menos es lo pienso yo. Yo y la... ra la, la la... FIN