recogiendo mi basura literaria 02 - ja

HOY NO TENGO NADA
Y te burlaste al decirme eso: "tu no tienes nada".
Sentiste placer al verme herido: ¡tu no tienes nada!
Pero, estoy satisfecho. Ayer pude creerme tus halagos, pero hoy presiento que viene una tormenta de venganza. Porque siempre es mejor someter al indomable que acompañarlo o desearle libertad. He llegado a mirar hasta el fondo de tus ojos y ver mentira. Ayer te di todo, mi tiempo, mi esfuerzo, pero hoy... pero hoy no tengo nada. Y si bien insisto, es como si exprimiera un trapo para sacar todo lo que queda... o incluso tirándolo, porque ya se usó.
La próxima vez, que alguien te quiera, se honesta contigo misma. Porque podrías estar como hoy lo estás. Confundida, odiándome y queriendome.
Ayer te di todo mi cariño, ese que calificaste de cursi y molesto... pero hoy, es innegable que tus ojos aún podrían brillar de amor, pero ese ya no es mi importancia.
Aquella noche, creíste que me habías engañado, y dormiste con la victoria de la batalla. Creíste que me había tragado tus cuentos sin siquiera masticarlos. Pero ya antes me habías lastimado, en ti perdí la confianza. Y te felicito por ello. Porque aquella noche estaba al tanto de tu traición.
Lo jugaste bien. Todos buscan destruir al que luce impenetrable. Por una envidia extraña. Así como decenas de hombres buscan lastimar a la chica que luce inteligente. O cientos de hombres buscan lastimar a la chica que dice, no tiene sentimientos. Y porque no, buscan enamorar a la chica que trae a todos vueltos locos.
Tu quisiste burlarme, por mi reputación, creíste que si me dejabas enamorado de ti, creyendo tus cuentos, te llevarías una presea imaginaria que validaba tu fuerza y valentía.
Y todas esas amigas a las que quieres agradar, te preguntarían a diario tu proeza, como fue que jugaste conmigo, y te sentaras al centro de ellas. Para contar como fue que me engañaste diciendome palabras bonitas.
Pobre ilusa. 
Dar todo, querer con todo lo que se puede, es la mejor estrategia en el querer. Todo lo contrario, siempre el que más quiere es el que más gana. Y ahí está, sin trucos ni trampas, algo que pocos quieren hacer porque les da pena, por que siempre les importa el qué dirán. Porque les gusta hacerse los rudos a aceptar sus sentimientos.
No hay hombre insensible, solo engaños. Y si quieres vivir de engaños, entonces apártate de mi camino. Porque yo disfruto de cada sonrisa y risa que me brindas, y por cada lagrima depuro mi cariño y estimación por ti. Vamos, acaba con el trabajo.
Que hoy no tengo nada.
Que hoy tengo el día libre para ti.
Que hoy, realmente no siento nada... por ti.
Dime lo que quieras, siempre pondré una tela de juicio. Aunque aún quiera besarte, estoy listo para cualquier ofensa que intentes hacer después.
¿Eso querías?
No cabe duda que los refranes son los mejores amigos.
Te di algo a bajo costo, un cariño pequeño pero sincero. Y lo trataste con odio y venganza. Buscaste lastimarme desde un principio. Te creías una mujer fria, cuando no has siquiera conocido el polo norte.
El hielo de tu alma nació de un refrigerador.
Ve a jugar con hombres de tu altura.
¿Sientes bien al besarlo? ¿Sientes placer al sentir sus huecas palabras de cariño? Que se siente estar con alguien solo por su apariencia y dinero y terminar con un mal beso en tu boca. Con unas caricias tan desesperadas que incluso los perros lucen más románticos a su lado.
Que incluso en el acto más intimo sientas compromiso y no cariño.
Por eso dar todo el cariño es lo mejor.
Porque todo lo que das se te regresa.
Y yo prefiero dar mi cariño, hasta que no lo quieran.
Hasta que ya no tenga nada.
Porque ya no quiero nada de ti.
Como hoy.
Te dije que era frío. Pero no te dije cuando.
Te di mi calor, y lo menospreciaste con tanta rabia interior, que senti el odio que tu misma sentías por ti.
Ahora sientes el frio, uno que realmente cala en los huesos. Porque no hay nada que darte. No puedo obligarme, reviso y no hay nada.
Todo te lo di y lo tiraste a la basura.
Este es el frio real. 
Es el dolor de cuando quieres volver y hacer que las cosas sean como en un principio se te habian ofrecido, pero ya no queda más que un vacio enorme.
El hielo de tu alma es de refrigerador, se derrite en cualquier agua.
El mio, mujer, es capaz de sonreirte y bromear contigo simulando ser un buen amigo, pero justo cuando quieras comprobar si hay algo, verás el vacio, la ilusión que he generado simplemente para poder usarte en la circunstancia.
Amigo, me llamaste, amiga te llamaré por siempre.
Por formalidad, por buena gente.
Y eso sé que lo sientes al verme frente a frente.
Eso, noble mujer, eso es el frio que jamás podrás tener.
El frio que provocaste te diera.
El frio que te sigue y castiga al verme.
Tanto que agachas la cara.
Agitas tu respiración.
Y quiebras en llanto.
Porque pudiste tenerme a tu lado.
Pero le jugaste al valiente.
¿Ahora si me quieres?
Solo recuerda.
Que desde ayer.
No tengo nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jaladón, ahora si que se la...

Cuentos de Primaria - La lechera y el jarro de leche.