La mujer que escribe (Escrito por un tal Abraham Arreola)



No te enamores de una chica que escriba.

Nunca jamás pienses que te puedes enamorar de una chica que escriba. Tampoco la escuches o prestes mucha atención a lo que dice. Enamórate de una simple, sencilla y que tenga mala ortografía, ella te dará alegría sin sabor, de esa que no despierta emoción. En cambio, una chica que escriba, sería capaz de narrar la historia más aburrida y hacerla parecer divertida, interesante, ocurrente. Esa que escribe hasta en una servilleta, será capaz de moverte algo más que el piso...


Querida mujercita, si no sabes leer, para que intentas escribir...


La que escribe no es sólo esa que luce sus libros y libretas de apuntes... la que escribe es esa que también trabaja, esa que lucha a diario por ser mejor día con día lejos de las academias, por que quizá ya no es tiempo para estudiar... esas mujeres escriben más que las que sólo escriben libros y los leen. No gustan del cine "raro" porque no estan frustradas, son raras en sí, son diferentes por naturaleza. Es la gran diferencia entre las chicas que escriben y las que sólo posan frente a libros y máquinas de escribir. Estas mujeres, de las que les hablo escriben vidas y forjan las mejores historias en sus hombros, en sus vientres, en sus manos... Y si no las amas correctamente, sufres incluso después de tu muerte...

Yo las he visto y me he enamorado ya tres o cuatro veces de ellas.

Esas... las que escriben.

Si, jamás pienses que te puedes enamorar de una chica que escriba sin salir bien librado.

Yo soy hombre un hombre que escribe y sé perfectamente cuando estoy frente a una mujer que escribe.

La mujer que verdaderamente escribe gusta de peliculas sosas y complicadas...

Cuando lee no publica ni hace público el que esta leyendo un libro, ella sólo lo toma y lo lee.

Esa mujer te encantara, pues como hombre sabes que su lado íntimo es lo más suculento de mundo.

No, no son mujeres díficiles por que sean rudas, son difíciles por que sólo tienes una oportunidad con ellas.

Son pacientes, son amables y aman. Pero como cualquier flor, su pasión se acaba y ellas lo entienden, marchitan su pasión y jamás la vuelven a abrir.

Y jamás amarán de nuevo, son las reinas del mundo.

Las demás mujeres son groseras con ellas, pues saben que ni por mucho escote o por muchos anteojos que les guste lucir, podrán impactar tanto como ellas.

 Si en este momento crees que tu eres una mujer que escribe, te equivocas, sólo crees esto porque fuerzas tus recuerdos para que encajen en estas descripciones. Memoria regenerativa, según científicos.

Lo que si harán será comentar este texto, indirectamente es muy probable... y lo dirán para que ese alguien las escuche... y caiga en cuenta de que ella vale mucho la pena.

Pues una mujer que escribe sólo mirará esto con un tanto de placer, pero otro tanto de precaución: terminará de leer, pasará de página y seguirá leyendo algún otro texto mio pero se irá pronto. Esto, ya que necesita seguir escribiendo.

La mujer que escribe de verdad, lo hace en libros y en vidas.

Si, soy un hombre al que mis jefes llaman inteligente pero ordinario, es decir: de piel blanca, pelo negro, rostro un tanto fino, nariz un poco chata, barbilla, rostro triangular y simétrico... hay días en que me coquetea cualquier mujer... hay días en que ni el autobús me presta atención. Inteligente por que mi acento es neutro y mi habla educada. Eso dicen. Y si pido oportunidad de salir al frente, prefieren ponerme a trabajar tras bambalinas, cargando cosas y ordenando el escenario... no, tu no, me dicen, tu no...

Me sientan junto a esos chicos ordinarios, sí, chicos de piel blanca y pelo negro, chicos ordinarios que sólo en un animé japones pondrían de protagonista... porque precisamente es jugar con la ilusión de que el ordinario alcanza lo que tanto la sociedad le prohibe. Acepto cargar por ahora las cosas y aprovecho el descanso para secarme el sudor... No me rendiré jamás. Es mi sentencia.

Entonces veo entre tanto ajetreo a mujeres cuyo trasero es prominente, los que están a mi lado se masturban verbalmente mientras las ven actuar... no son mi tipo, eso les digo cuando miran que no me he agitado siquiera por verlas en ropa interior.

De pronto, una mujer abajo de escena, sin saber porque se cruza por los banquillos... de lejos no se aprecia muy bien, pero noto que todos los hombres le dan paso, que todos la miran con respeto y autoridad... ¡y es una completa desconocida!

Veo que en la escena, las mujeres y hombres lucen tontos, pero que gracias a nuestro trabajo, lucen bien...

 Las mujeres de escenario paran su acto y ayudan a la chica... la tratan como la jefa, cuando sólo esta perdida... pero es esa... esa es de las mujeres que saben escribir.

Mírale, cómo los hombres la tratan bien y las mujeres también aunque la envidien en secreto.

Y si le preguntas a cualquiera de esos hombres: esa mujer es linda, bella, hermosa, pero jamás la pensarían para algo impuro, es la reina.

Pero los osados amamos a la reina.

Pero sólo los valientes salen victoriosos como reyes.

Una reina se complace de conocer cosas nuevas cada día y de caricias sutiles que signifiquen deseo y cariño.

Una reina sabe escribir.

La mujer que sabe escribir ama sin medida, pero hay de ti hombre tonto. Que si llegas a tratarla mal, ella no te reprochará nada, pero se hará distante y fría... nada, ni mil cambios que puedas tener en tu personalidad podrán acercárte a ella.

Entonces sufres, condendas al mundo, maldices tus raices y tus cielos, pero nada...

Ella ya sabe que debe seguir escribiendo en otra parte.

Ella no es dura, al contrario, es aventurera y delicada, tanto que al menor titubeo de caracter en el hombre, la harán retroceder... es un hada, un misterio, el elixir del placer.

La mujer más hermosa del planeta.

Efectivamente es esa.

La mujer que escribe.

...

Ingenuas, los chicos que escribimos somos tercos y para nosotros el "no" es un "sí" sin explorar.

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