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Mostrando entradas de julio, 2013

Imagen del día 70

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Aventuras en la ruta H V

Los policías muerden, el chofer lo sabe. Todo tiene arreglo. Los papeles son correctos. La jornada breve deja mudo al narrador. Salió, llegó, regresó. Primero ventanilla, luego pasillo. Sigue siendo de madrugada. El día tímido por la jornada que nace. Mismo autobús, ida y vuelta, el chofer hecha de menos algunos billetes. Compartimos el mismo pasado en diferentes roles. El camino se vuelve sencillo cerca de casa. Es momento. Cierran las cortinas, cae el telón.  Con ustedes, damas y caballeros. Este último renglón. FIN

Imagen del día 69

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Aventuras en la ruta H IV-v2

Ya la había hecho.   El problema fue el software, la aplicación.   Así sin pretextos, así sin rutas H que me llevaran... así cómo escribiría algo. Algo así.   Ahora tengo el motivo, el móvil y la razón. Escrito está, así lo dejé.   Por el cristal rayoneado miro a las chicas pasar. La que es perfecta hoy no salió al caminar. Hay atardeceres siempre que no cargo cámara.   Escribír o dormir. Uno y luego lo otro. ¿De otras formas? Gracias, caballero, pero no.   Dormido estoy.   Escrito soy. El día que es bueno, para las dos cosas. FIN

Pecado

Si te tomo del brazo. Si muerdo tu labio. Si me aprieto contra tí y la pared. Si lo hacemos a oscuras. Detrás de la puerta. Si sonreímos y te toco. Si mentimos y te tomo. Si con mi mano bajo tu túnica froto tu piel. Si rozo tus pechos con mi índice. Si apenas soy niño y tu mujer. Si nos atrevemos. A las caricias a escondidas, a los escalones sombríos. A usar el albedrío a nuestro favor. A morderte el cuello y frotarme en tu entrepierna. A suspirar sin abrir los ojos. Si esto pasa, no es pecado. Es comunión. Si te hago sentir placer. Si me haces sentir amor. FIN

Imagen de día 68

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Imagen del dia 67

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713

¿Qué sentido tenía seguir viviendo si una de sus esperanzas había muerto, desaparecido? Sólo con ella sentí mi presión alta, sólo con ella sentí de verdad. Qué sentido tendrá la vida si no hay forma de pensar que mañana todo estará bien. Ciego fui o soy. Siento y siento que sigue aquí, que no se va.  ¿Quien hubiera pensado que el agresivo Abraham Arreola fuera tan solo un tonto? Cómo me hubiera gustado besarla. Amarla.

Imagen de día 66

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Imagen del día 65

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El intelectual no es más que otro idiota del montón

Es normal. Pasó con los ateos: se volvieron moda y ahora sólo es una ola de intolerancia de cultos hacia todos lados. Apenas lees un libro y te sientes "duro de pelar", invencible. Entonces vas como enamorado, gritándole a la gente que es estúpida porque no leyó el libro que leíste tú. Qué sabrás tu de sus vidas. La red, la Internet está llena de personas jóvenes intolerantes e ignorantes. Es la tierra en donde cometer un error ortográfico es más horrible que hacer un prejuicio. Los jóvenes universitarios, chicos tímidos en la vida real, dan rienda suelta a su lectura. ¿Porqué lo sé? Porque fuí universitario, porque en cierto momento, creí que estudiar literatura me hacía más intelectual que aquel que jamás ha leído un libro en su vida... nada más erróneo que ese pensamiento. La ola de intolerancia es enorme, hay que saber surfear. No se aceptan alabanzas a Dios, a Buda. Porque los dioses de ahora se llamán Bill Gates, Steven Hawking: ellos no fueron. Fue

Imagen del día 64

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Aventuras en la ruta H IV

Ya la había hecho. El problema fue el software, la aplicación. Así sin pretextos, así sin rutas H que me llevaran, así cómo escribiría algo. Algo así. Ahora tengo el motivo, el móvil y la razón. Escrito está, así lo deje. Por el cristal rayoneado miro a las chicas pasar. La que es perfecta hoy no salió al caminar. Hay atardeceres siempre que no cargo cámara. Escribír o dormir. Uno y luego lo otro. ¿De otras formas? Gracias, caballero, pero no. Dormido estoy. Escrito soy. El día que es bueno, para las dos cosas FIN

Aventuras en la ruta H III

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Apenas salí, no pasó nada. Pero caminando unos cuantos pasos, digamos unos 150 para ser más ilustrativos, pasó la tan querida ruta H. En anteriores días había resentido las malas condiciones en las que el trasporte colectivo se encuentra. No puedo dormir en una silla de plástico, me resbalo. Tal parece que hoy la historia es diferente. FIN

Aventuras en la ruta H II

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Bueno, ahora no es la ruta H. Es la ruta 8. ¿Porqué? Porque justo cuando bajaba del puente, mire que detrás de aquella fila india de taxis la H iniciaba su viaje. ¡Me abandonó! Si, se atrevió a eso y más. Me esperó a que casi la alcanzara para arrancar. Primera, cambio, segunda, cambio, tercera y se fué. Ahora estoy en la ruta 8, pero no arranca... Bueno, hasta ahora, ya se movió. Me siento tres centímetros más cerca de casa. Y no me asomo por las ventanas, porque seguramente una H esta aparcando, lista para llenarse con visitantes. Acá, en la ocho, hace un calor tremendo, afuera hace frío pero ya somos muchos dentro. ¡Arrancó! Lo que sigue es mirar el paisaje urbano, hacer un acto de reflexión, autoconfesión con música de fondo.  ¡No suban más, que ya no caben! FIN

Etapas

Cuando ingresé al templo de Satélite, tenía ocho años. Siendo tan pequeño, podía entrar a todos los rincones de esa iglesia, sin que se dieran cuenta. A los diez años, ya conocía todos los aspectos técnicos. Y a los doce: todos los privilegios públicos y privados. A los trece quisieron correrme, pero fui yo quién decidí terminar... Tenía ya 21 años. Permanecí como miembro honorario, como persona intocable. Las nuevas generaciones no tenían luz propia, al más travieso, al más entregado, al más firme, lo ponían en comparación conmigo, el yo de aquellos tiempos. Salían perdiendo. Hoy quiero jugar el pellejo mio, cómo en aquellos tiempos. Pero... El reto es diferente. Los que ahí están, se sienten cómodos. Y no mueven un dedo, siquiera para persignarse en defensa propia. Ya no es como cuando sólo era yo a los ocho años. Ahora, mi herencia, mis descendientes, viven tranquilos  en las reglas que yo formé. Y en los prejuicios en los que yo caí. Pero ellos jamás me vie

Dicen.

Dicen que es bueno dormir. Que a los humanos nos hace mucho bien. Llevo tres días durmiendo a las siete de la mañana, interesante se va a poner cuando entre a trabajar. Son las cuatro casi las cinco. La ventaja de que use un celular con pantalla táctil, es que no hace ruido. Al menos un ruido representativo. Estoy como el chinito: nomás milando. Los ojos bien pelones pues duermo a las siete. Recurro a la escritura bajo cualquier pretexto. En la tristeza, en la alegría. En la inspiración o con la mente vacía. Como el postre antes de dormir. O el somnífero de este que escribe. De este que se recuesta en la cama y poco a poco descansa en paz. FIN

Aventuras en la ruta H

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Subo donde todos bajan... La parada final, mi regreso a casa. Al bus de hoy le faltan dos asientos, puro fierro, si te sentaras, asomarías las pompas. Por cierto, de esos dos lugares, uno tiene respaldo: se burla del que apenas sube y se alista a sentarse. Un autobús feo es como una persona con mal aliento. Tu cara lo expresa todo... O lo oculta, lo disimula. No juzgues al camión por su chofer. Subes, pagas y buscas. Son los tres pasos básicos. Los demás pasajeros me envidian, me han visto aprovechar el defecto a mi favor. Cómodamente estiro mis pies en los fierros, mis brazos los apoyo en mis rodillas, me siento modelo, aunque sea para ejemplificar cómo es un sonámbulo. El itinerario se consume a vuelta de carro. La muda se enreda en las veredas del viejo Camino Real Tierra Adentro. . . . FIN

En el camión 1

Siendo las cuatro para las 10 de la noche declaro. Ufff. Con esta declaración queda concluído mi recital de hoy. Ya sé que hacer en mi hora libre de camino a casa. Fin... Supongo . . . No, aún no es el fin. Falta mucho. . Afortunadamente... . Mucho por vivir.

Tirita de frio, de papel. 26

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Tiempo de elecciones. Abraham Arreola

Tirita de frio, de papel. 25

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Muy picante. .. y sexy la chica de enfrente. Abra ham Arreola