Viejos amigos de viejos tiempos

¿Te ha pasado?, que con el paso del tiempo, ves nuevas eras, ¿nuevos momentos?

Es curioso cómo con el transcurso de tu vida, los simples hechos se acumulan en tu pelo y te brindan de experiencia concebida.

¿Te acuerdas de la escuela primaria? La han remodelado, y cuando pasas frente a ella no puedes evitar mirarla pasmado: era más chica, no existía esa barda; e incluso, orgulloso te sientes por ser la generación en la cual se hizo ese busto tan chistoso, y te sabes mil anécdotas acerca de ello, pero ¿sabes algo? a pocos niños les importa, para ellos ya estaba cuando llegaron.

Asi que sin prestar atención continuas tu camino.

Pedro, el más guapo del salón ahora está muerto, y la que se veía más lista ahora no se sabe nada de ella. La chica popular ahora es drogadicta...

¿Es cierto? ¿Carmelita ya se embarazó? Así es, y ella se suma a la lista de las compañeras de primaria, secundaria, prepa y universidad que tienen un hijo en una edad en la que apenas la independencia personal se está forjando. Mismas que abandonan el camino del guerrero para sumarse a del padre. Mismos que sonríen al anunciarles a todos la noticia, pero que por dentro sienten la confusión e incertidumbre más grande... y aterradora: "¿ahora que haré?" Junto a la resignación por darle lo mejor al nuevo humano: "Pues, a seguirle, a darle..."

Sus voces se parecen a las de tus padres y no es en vano: ellos también por una razón u otra han dejado su egocentrismo para ser comunitarios. Cuando dicen: "estaría bien, que bueno que sigas estudiando, que bueno que tengas tu cuartito rentado, no te rindas y échale ganas..." se les van ligeros suspiros, pues ellos pudieron ser tus amigos en estos momentos.

Viejos amigos de viejos tiempos.

Se perdieron en el pasado de mi memoria y cuando los reencuentro, quién sabe que dirán de mi. Algunos me hablan, otros ni siquiera lo piensan.

Son tan sólo recuerdos de instantes pasajeros en el tren que se dirige a la hoguera donde nada es cierto y todo es nublado.

Amigos que no importando cuanto te juntaste con ellos, no fueron lo suficientemente amigos, como para seguir entrelazando historias.

Amigos por que era la moda: decirles amigos a cualquiera que quisiera estar en onda.

Salud, entonces. Por esos amigos que me quisieron tanto, pero tanto...

Que ni siquiera los recuerdo.



FIN
Abraham Arreola

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