Solía ser miércoles

... cuando podía verte.

Después de toda una semana entera.

Adultos tristes aman los viernes, niños sin padres aman los lunes.

Yo sólo quería besarte nuevamente, mi niña. Mujer de mirada penetrante.

Piel tan pálida, casi tan blanca como el cielo de hoy de tantas nubes y tanta luz del sol. Ya no veo el sol, aunque todo está iluminado. Parece la hora muerta, un momento que bien podría ser el amanecer o el mediodía, pero es el ocaso.

Solía ser en este día cuando nos abrazábamos. Por tu culpa amo este clima tan nublado, que me recuerda a nuestras pláticas, nuestras aventuras, nuestro romance.

Conocí el amor antes que el placer sexual, gracias a ti.

Ahora estás lejos, tanto que sólo me queda el clima nublado y mis brazos vacíos. En mi mano izquierda solía estar tu mano derecha, bien agarrada pues corríamos entre la tierra y el empedrado, huyendo de perros bravos y de padres violentos.

A donde quiera que estés, te envío este mensaje.

No quiero olvidarte, e incluso me atrevo a forzar mi memoria para recordar más momentos juntos.

En ti recae mi punto más débil, pues eres la mujer más fuerte que he conocido.

Por la pasión que nos unió ayer, hoy amo los días nublados.

Hoy quiero volver a sentirme completo.

Sentir amor...

Tu amor.



FIN
Abraham Arreola

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