Puro cuento

Suelo encontrarme habitualmente en conversaciones que, como diría un amigo (o compañero o socio o buen hombre), son para medirse la verga.

Es decir.

Medirse la verga: dícese de las acciones presuntuosas de un individuo para demostrar que es mejor que otro, ya sea mediante acciones o enunciados. Esta frase viene de una tradición muy típica en la que los hombres suelen comparar el tamaño de sus penes, ya que esta representa la fuerza del ser, y dependiendo del tamaño y forma es el tipo de fuerza que tiene el hombre en comparación a otra.

Y no sé porqué. Siempre que converso con alguien, en lo que parece ser una charla tranquila, termino escuchando las grande hazañas de mi interlocutor.

Tal vez sea un hábito muy acostumbrado, que por eso con cualquier persona que converso me sucede. Pero no estoy para medirme la verga, ni para ver quién conoce más personalidades famosas, ni para ver quién ha tenido más novias o más relaciones sexuales, mucho menos para ver quién ha sufrido más.

Son sólo actos fantoches que gobiernan nuestra sociedad.

Tenga precaución con ellos.

Y así sea hombre o mujer, en cualquier relación interpersonal asegúrese de tener el cierre del pantalón bien cerrado.



FIN
Abraham Arreola

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