El precio de querer sin saber hacerlo

Él tenía 25 y ella 14.

Él, ya había tenido novia, e incluso rumoran que huyó de su provicia por eso. Y vino al pueblo citadino más grande de todo México: Querétaro.

Migrante y solitario, buscaba una chica que le permitiera ser el macho alfa que siempre deseo ser.

La chica de 14 qué iba a saber de hombres, ella aún creía en príncipes.

Ella no sabía ni besar cuando él ya sabía lo que era un aborto premeditado. Ella le entregó, no sólo su querer, sino su ilusión, sus esperanzas, todo.

Y pasaron los años, los hijos y ella se hizo mujer.

Fue entonces cuando reclamó al hombre que tanta falta le hacía, pero tal cosa en él no existía.

Ella se marcho y él se quedo sólo.

Ella ahora sonríe.

Es feliz por primera vez en su vida.



FIN
Abraham Arreola

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