A largo plazo.

Lo hago con algo de soberbia.

Así que, escribo lo que sé y lo publico hasta varios días o meses o años después.

Al fin que sé, que pasará.

Que acertaré, que tendré razón.

Este texto no lo escribí hoy, al menos este. Lo escribí ayer, no hay mucha distancia de tiempo.

Son como suposiciones invertidas en una caja popular. A sabiendas de que algún día saldrán a la luz y serán leidas con tal vigencia que mi soberbia se sonrojará una vez más mientras el lector, usted, supone que acabo de vivirla.

Quizá sea un defecto esto que les describo. En realidad me importa poco si es malo o no. Sucede que es lo importante. Lo que más me gusta.

Dime amigo mio: ¿Qué quieres saber?



FIN
Abraham Arreola

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