En ocio...

Para ser ocioso es necesario, en la mayoría de las veces, tener una pizca de descaro y sinvergüenza.

Eso, ser un cínico al que no le importe estar recostado en su cama aunque tenga deberes pendientes por hacer.

Pero es un don al que pocos acceden.

Así que si eres un flojo y no te da pena reconocerlo, no seas cabrón y ponte a trabajar...

Que un don de semejantes proporciones no debe ser malgastado en cotidianidades, sino al contrario, cuanto todos estén patas para arriba, es cuando debes sacar tu cinismo y tirar hueva de lo lindo.

Nadie te lo agradecerá, o quizá sí, pero te lo pasarás de lo lindo.

FIN
Abraham Arreola

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