Pre - Navidad - 2012 - Puro cuento y crítica a lo Navideño

La religión poco papel tiene ya en esta fiesta.

El mercado, las ganas de vender y ganar un dinerito extra han hecho de esta fiesta la más internacional de las pachangas.

De los festejos.

Es el periodo más deseado por todos por muchas razones, entre ellas destacan:


  • Regalos para todos. A diferencia de día de las madres, o del catorce de febrero, en Navidad cualquier hijo de vecino, cualquier pelajustán, cualquier hombrerujo o noño fresa de la high class, es digno merecedor de un regalo. Todos podemos recibir regalo, lo que hace que estas fechas sean muy armónicas, pues cada quién puede estar feliz presumiendo desde su celular nuevo hasta sus tangas rojas.
  • Frío. En México no existe la nieve más que en las paleterías. Y en algunos lugares exclusivos por su altura a nivel del mar. Pero es el frío el que le recuerda a las hormonas que los hombres necesitan de las mujeres y viceversa. Eso de que "este frío me recuerda que estoy solo" no es cursilería, es cachondez. Las parejas ante el frío tienden a ser más afectivas pues buscan obtener el calor humano que su cuerpo les esta pidiendo. La humanidad se vuelve cálida precisamente porque tiene hormonas.
  • La música. Es la misma de siempre y siempre. Da una sensación de confort, lo que trae consigo que al humano olvide sus problemas: esta en una fecha que sabe de memoria, que no le sorprende, una temporada que conoce de pies a cabeza en la cual puede estar como pez en el agua. No hay moda en los villancicos, son los mismos, las fiestas iguales, los regalos son casi similares. El hombre ante un ambiente predecible suele sentirse cómodo pues siente que es algo que puede dominar y en el cuál se permite estar relajado.
  • Dobletear. En México la fiesta es doble, la navidad no se acaba hasta que llegan los reyes. Las tradiciones se mezclan como canción de Skrillex en una Moulinex a máxima velocidad. Santa Claus, el Niño Jesús o Niño Dios y los Reyes Magos conviven felices. Santa Claus y el Niño Dios llegan en la misma fecha y los Reyes Magos llegan después, por lo que son dos fechas para recibir regalo. La sociedad mexicana es amante de los regalos, al grado que nos sentimos niños al darnos un regalo extra el seis de enero. Disfrutamos de comprarnos regalos y sentirnos en familia en navidad y amamos sentirnos aún niños, en enero.
  • Las posadas. Este merece una nueva gama de puntos increíble, aunque es una fiesta muy parodiada en tono burlón por la sociedad norteamericana, es la más envidiada por los gringos. La piñata, imagen fiel del mexicano, es la parte más excitante de la posada. Las invitaciones no son necesarias, sólo basta asistir, es la fiesta idónea para los gorrones, los tímidos y los que no cooperan cuando salen a beber. Las posadas navideñas son de México, al menos en el estereotipo, y esto hace que haya posadas tan coloridas de colonias y barrios como tan fresas y falsas en televisoras, establecimientos y empresas.
  • El adelanto. Sí, esos festejos navideños antes de tiempo. En la escuela festejan dos semanas antes la navidad. En el trabajo es una semana o dos, también el festejo de navidad. En los establecimientos las promociones también son dos semanas antes de la navidad. Es decir, se festeja la navidad sin que esta haya llegado todavía.
  • El aguinaldo. La gloria y la perdición del hombre. El dinero. Pocos saben administrarlo, a todos se les cuecen las habas por gastar sus miles de pesos en cualquier cosa, sin saber que cualquier cosa ya cuesta miles de pesos. 50 mil pesos puede parecer una suma muy interesante, pero no son más que cinco PSP, o diez Ipod (el económico), o un refri y tres colchones de resorte individual. Y si a esto le suma que la gente es fetichista a más no poder, el árbol y el nacimiento, gastos innecesarios, se andan llevando la mitad de esos 50 mil pesos. Pongo esta cifra como ejemplo. 100 mil también se van de manera rápida. No importa la cantidad sino la calentura del comprador.
  • Los adornos. Estos fetiches navideños dan forma a la navidad y la hacen ver hermosa. Es cierto, es la parte más costosa de la navidad, pero es en la que más se enfoca el hombre en gastar. Pues prefiere comprarse un pavo escuálido a conseguir un árbol seco. A fin de cuentas, por algo se les llama fetiche.
Más razones deben existir. Porque no.

Pero no se trata de criticar a la navidad sólo por parecer un vulgar intelectualoide.

Se trata de conocerla, de saber que el árbol no es indispensable, pero sin él no disfrutará su navidad igual.

Para así disfrutar más su navidad, este y los siguientes años.

Pues si existe una razón muy grande que haga especial la navidad se le llaman pretextos.

Cualquier cosa puede pasar en navidad por que es el pretexto perfecto para hacer lo que sea.

FELIZ NAVIDAD.

Gracias por su lectura.



FIN
Abraham Arreola

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