De media tarde

La tarde es tarde mientras esperamos que llegue el año nuevo.

Un año ha pasado.

Estoy exactamente en donde mismo el año anterior.

Todo cambio pero siguió igual.

Si te dijera que pienso en tí como hace un año, te mentiría, pero pienso en tí.

Todo cambio pero sigue igual.

Mi sueño de estar contigo se desvanece, cada agosto es menos problable que quieras abrazarme.

Porque sé que me enamoré.

Forme una imagen irreal de tí, una imagen que no eres tú, lo hice porque no pude acercarme a tí.

Creí que eras ruda, de gran caracter, no sé, tal vez lo eres.

Acepto mi enamoramiento, se hace menos ya.

La verdad es que sigo creyendo que me lees, y por eso sigo escribiendo. Aunque cada vez es menos este pensamiento, y cada vez son menos hacia ti estos cuentos.

Las ganas de conocerte de verdad aún me quedan, aún, me esperanzan. Disfrutar de tu compañia no me quita el sueño, motiva mi despertar.

De cualquier manera, si yo fuera tú, lo sé.

No me dejaría convencer por tan pocos caracteres. Me sentiría guapo, más seguro de mi mismo.

No contestaría cualquier mensaje de mi parte, pero no diría nada que fuera un adiós definitivo, pues me agrada sentirme deseado.

Es cruel, pero es cierto, lo haría. Lo haces. Lo hice quizá.

Me he acostumbrado a tu destinterés en mi. Me he aburrido.

Si las heridas de amor existen, las mías han cicatrizado. Se ha vuelto corriosa mi piel.

Sólo deseo que te vaya bien, que me vaya bien. Que la chica que se derrita por mi, no la ignore, pues sé bien que yo valgo la pena más que tus mil novios y pretendientes, pues sé bien que aquella chica llegará justo cuando recordarte sea sólo por un segundo. Aquella chica valdrá más que mil años a tu lado. Y tal vez, esa chica sea la verdadera tú.

Tal vez lo seas, porque no eres la única mujer.

Sabe Dios que estoy buscando a la mujer que es perfecta para mí.

Sabe el hombre que a la búsqueda le responde el hallazgo.

Asi es la cadena del romance, supongo.

Aún me queda mucho por vivir.

FIN 
Abraham Arreola

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jaladón, ahora si que se la...

Cuentos de Primaria - La lechera y el jarro de leche.