Ejercicio - 91 - COF - Ep. 5

CÓDIGO: COF

Episodio 5 – No es algo común.

El viernes mi nariz estuvo algo irritada y congestionada.

Desde el miércoles no había podido grabar por causa de una gripa, aunque no sufrí mucho. Sin embargo las ganas de estudiar eran pocas, el ánimo estaba por los suelos.

Aunque era feliz, no sentía ganas de expresarlo.

Si hay algo a lo que temo es a la gente grosera y a la tos.

En la cafetería de la escuela tuve bastantes problemas ese día al encontrarme con dos tipos que se sentían de la calle por estar vestidos de negro.

Claro, la fila estaba y ellos estaban ocupando espacio de más. De esas personas que manotean con la intención de pegarle a alguien más.

Mi desgana era curiosa, no tenía ganas de construir, tenía ganas de destruir.

No soy alto, eso se nota a simple vista y ellos apenas recibieron su bebida fueron abriéndose paso, empujando a todos. Bueno, no a todos.

El agua de Jamaica se cayó de sus vasos. Entendí lo que tenía, era un fastidio lo que padecía, no sé cómo, pero aborrecía todo aquello que se moviera. Entre esos dos tipos se miraron, pero ya era tarde, si querían pelea, les daría un motivo: abriéndome paso, los empuje cuales puerta de cantina, luego me di la vuelta, los otros jóvenes que ahí estaban, no dejaban de mirarme, esperaban verme lleno de golpes en un minuto.

-¿Algún problema, jóvenes? Dije extendiendo mis brazos y buscando su mirada.

Los jóvenes, rieron, pero callaron de inmediato. Salieron de la cafetería pidiendo permiso.

Los otros compradores, me dieron el paso con cautela, pero tome mi lugar, y dejé que el flujo de humanos hiciera invisible lo que me había ocurrido.

Llegó mi turno, compré, salí.

Entre las mesas, esos dos tipos rodeados de sus amigos me miraban, hasta que uno se levanto caminando en dirección hacia la cafetería, pero con un camino en el que yo era su obstáculo.

Apenas abrí la botella de refresco, sentí ganas de toser. Miré al chico, más alto que yo, con ganas de golpearlo y sin miedo de ser golpeado.

Esquivo mi mirada, desvió su camino y bajo la cabeza… si… algo no anda bien.

Continuará...

Abraham Arreola