Ejercicio - 28

Amiguismo en su máximo esplendor.

Yo participé en un servicio social que pintaba de ser muy bueno.

Tal servicio se trataba sobre pasar cinco horas a la semana con un niño.

Nosotros como universitarios que somos debíamos proporner una actividad cada sesión. Una actividad cliché: divertida, educativa y con sentido. Típico.

En fin. Me preparé hasta los dientes.

La primera mitad de aquel servicio social estuvo bien: pues la cabeza del grupo tenia sexo femenino. Lo que permitía regañar a los hombres y estar al tú por tú con las mujeres.

Pero oh decepción.

Llegó un hombre y con él, el miedo al que dirán si regaño a una mujer.

Comenzó el amiguismo. Comenzó la aburrición.

Todas las universitarias llegaban y se sentaban a mirar sus celulares.

Pero él, no les decía nada... ¿Cómo? ¿Si son mujeres?

Todas las universitarias pasaban más rato diciendo que estaban muy ocupadas en lugar de estar jugando con sus niños.

Pero él, no les decía nada... ¿Cómo? ¿Si son mujeres?

Todas las universitarias faltaban a las juntas, se hacían las desentendidas. Y a la salida me las encontraba planeando a qué lugar se irían a tomar un trago.

Pero él, no les decía nada... ¿Cómo? ¿Si son mujeres?

Lo triste comenzó al fina.

Una mujer, para que le dijeran señora se embarazó: ahora tenía el título de señora y lo estaba aprovechando para faltar la mitad de las sesiones, para liderar el grupo de calandrías que se dicen universitarias.

Y él, al no tener valor de corregir el comportamiento aplicó el dicho: si no puedes con el enemigo, únetele.

Me decepciona. Al ver esta foto y recordarlo.

Entró con muchas ganas para ser coordinador, y se dejó intimidad por la leyenda de "soy mujer y no me puedes hacer nada si eres hombre". Se dejó guiar por el amiguismo y cobardemente juega a ser el lider mientras se convierte en uno de ellas.

Lástima.

México. Desde lo más bajo de las esferas sociales estás contaminado.

Si, me dueles.

Ver como es posible que exista corrupción en un grupo de quince personas, que sólo buscan mil pesos mensuales mientras ignoran a los niños. Para despues presumir en facebook mediante fotos momentaneas que ellas estuvieron siempre con ellos.

Corrupción en mi servicio social. ¿Cómo es posible? Si, ya vi que, hasta en lo más sencillo estamos llenos de suciedad.

¿Te decepcionas de mí?

¿Por hacer comentarios pertinentes a la ortografía?

Decepcionate pues por lo siguiente, a ver si puedes.

Decepcionate porque fui el único que rindió su productividad al cien por ciento. ¿Te molesta?

Decepcionate, porque fui el único que sí trato como amigo a mi amigo. ¿Te incomoda?

Decepcionate, porque fui el único que se acató a las normas establecidas por ellas, porque las cumplí y aún asi no paraban de quejarse de mí. ¿Te acobardas?

Decepcionate. Porque fue por mi, por quienes se hicieron todas las actividades más significativas para los niños: teatro, radio, cine. ¿Te trauma?

Decepcionate.

Porque yo, fui el único varon, el único, a quien los niños me trataron como amigo, confidente y buen tutor. ¿Te arde?

Decepcionate pues. Porque fui el único que iba a charlar con los amigos y no con los tutores.

Decepcionate anda. Porque tus estudios sobre la psicología no te han servido de nada. Porque aún padeces la proyección madre-hijo. Porque aún careces de un reflejo sobre la virilidad.

Porque no puedes determinar, ni con toda tu licenciatura en psicología, el porqué estás sufriendo la dicotomía entre la percepción adulta contra la triunfadora que soñaste tener; el porqué ahogas, debido a tu cobardía inconsciente, las metas frente a personas más talentosas que tú.

Porque tienes miedo a luchar por tus sueños.

Decepcionate pues. Por que yo no tengo miedo al fracaso.

Decepcionate porque yo creí en tí, y resultaste ser un niño mimado de ropa hipster con mentalidad mediocre.

Decepcionate... porqué tú, me decepcionaste.

Y mientras reflexiona.

Yo, me fuí con todo en mi contra: con ellas burlándose de mis ganas de trabajar al máximo, contigo apoyándolas mientras procurabas no salir lastimado.

Pero tú.

Te quedarás, para siempre sin cumplir siquiera uno de tus deseos. Vivirás arrastrandote para que no te aplasten los pies de los gusanos.

Serás para siempre: una cifra que la estadística puede ignorar sin que esto le signifique algún problema para su gráfica.

Eres un Peña Nieto tamaño ciudadano.

Pero ese pobre perro... ¿que culpa tenía de tu idiotez?





Ese perro murió a causa de tu estupidez. Por eso, un trailer reza frente al cadáver mientras espera encontrarse con el culpable cobarde que salió corriendo.
 

Me despido ya con estas últimas estrofitas.

En el servicio, yo fuí el único hombre.

Pues aunque hubo más personas con un pene de nacimiento.

No tenian el par de huevos.

FIN

Abraham Arreola

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