Ejercicio - 24
Qué fácil es ser un graduado.
Que difícil es aparentar serlo.
Que dificil es saber que un boleto cuesta tanto para uno y tan poco para los padres de otro.
Que dificil resulta convivir con quienes no trabajan y creen que su vida es dificil.
Que dificil es conquistar a una chica que miente sobre que no quiere hacer nada despues de egresar. Después de tantas ocasiones en las que me comporte como un niño para poder siquiera saludarla. Por miedo a que la vea pidiendo empleo.
Que facil es ser yo.
Que dificil tambien lo es.
Como quisiera tener dinero para llevar a toda mi familia una graduación... pero si lo tuviera, los llevaria a comprar mandado y palomitas de maiz.
Soy un villano me dicta la conciencia del hombre trabajador.
Y mi familia no me ayuda en nada.
Soy un bastardo, dicen, por ir solo a tal verbena.
Se quejan por mi falta de dinero y por no ir a la fiesta. Claro, a ellos los amo y lo saben. Les gusta recargarse sobre mi punto débil.
Quieren verme junto a ellos, aburrido, en lugar de verme triunfando en solitario.
Pues claro, soy más que un graduado.
Soy un hombre. Y como hombre debo responder a los no lujos, porque mi familia lo quiere así, porque de quererlo sería un egoista.
¡Soy un invitado! No un festejado...
...
Bah, a quien engaño... también quería recibir un abrazo. Olvídenlo.
Ustedes ganan.
Yo no voy.
Yo no soy un graduado.
FIN
Abraham Arreola
Que difícil es aparentar serlo.
Que dificil es saber que un boleto cuesta tanto para uno y tan poco para los padres de otro.
Que dificil resulta convivir con quienes no trabajan y creen que su vida es dificil.
Que dificil es conquistar a una chica que miente sobre que no quiere hacer nada despues de egresar. Después de tantas ocasiones en las que me comporte como un niño para poder siquiera saludarla. Por miedo a que la vea pidiendo empleo.
Que facil es ser yo.
Que dificil tambien lo es.
Como quisiera tener dinero para llevar a toda mi familia una graduación... pero si lo tuviera, los llevaria a comprar mandado y palomitas de maiz.
Soy un villano me dicta la conciencia del hombre trabajador.
Y mi familia no me ayuda en nada.
Soy un bastardo, dicen, por ir solo a tal verbena.
Se quejan por mi falta de dinero y por no ir a la fiesta. Claro, a ellos los amo y lo saben. Les gusta recargarse sobre mi punto débil.
Quieren verme junto a ellos, aburrido, en lugar de verme triunfando en solitario.
Pues claro, soy más que un graduado.
Soy un hombre. Y como hombre debo responder a los no lujos, porque mi familia lo quiere así, porque de quererlo sería un egoista.
¡Soy un invitado! No un festejado...
...
Bah, a quien engaño... también quería recibir un abrazo. Olvídenlo.
Ustedes ganan.
Yo no voy.
Yo no soy un graduado.
FIN
Abraham Arreola
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