Pobre niña-niño :(

Mi primer marcha fue una experiencia más que estupenda. Saber que los mismos compañeros que se sientan a tu lado para compartir una cerveza estarán hombro con hombro gritando consignas de lucha y libertad te hace entender que las causas nobles nunca estarán perdidas. Gracias por coincidir conmigo. Porque yo soy 132: ¡Ibero, aguanta, el pueblo se levanta!

...

Si esto fuera una canción, justo después de los tres puntos comenzaría la melodía.

Chiquilla linda, de moda lesbiana.

Tu crees que me espanto de tu gustos, tonta, si vieras cuanto coincidimos... eres un hombre en cuerpo de niña, y no una niña que ama niñas.

Y como eres un hombre.

Me entristece aún más tu pensar.

¿Tomar cervezas? ¿Y protestar?

 

Llamas a eso coherencia por una patria.

¿Tú que sabes de patria, tú que sabes de luchar?

Tú que sabes de protestar.

Protestar...

Creí que serías una gran chica chico.

Mientras tú marchas... millones trabajan.

Pero bueno, como diría el dicho.

Para eso me gustabas.

Y el otro... que dice.

Cuando esta abierto el cajón... hasta el más honrado pierde.

 Todo por no querer aventurarte en soledad,  buscas cobardemente compañia halagadora, disfrútala en el día, llora en la noche.

 Y niégalo en mi presencia.

No que no tronabas pistolita.

Como todos los que conocí, mismos que quise, pero que no pudieron ser ellos mismos.

Por obvias razones, no puedo querer a un espejismo.

Tengo en mi corazón, un tesoro guardado en forma de llave que abre la puerta a la realidad. Sólo he visto un destello a través del cerrojo y casi mi cerebro explota... poco a poco, sorbos de luz real, como elixir llevo a mi alma. Te vi, te creí correcta para tal conocimiento... pero al acercarme a tí, te burlaste diciendo que prefieres ir a un bar y a divagar mundanidades porque no piensas gastar tu vida en tonterías como el cielo, la verdad y la razón.

 Cogí la llave en mis manos, nuevamente, la guarde.

A mi, vienen católicos, ateos, cristianos, cientificos, empresarios, locos, viejos, niños...

Mi racismo consiste en el nivel de tu inexistencia personal.

 Si te alegra que tus amigos, los mismos parásitos que halagan como proezas tus efímeros exitos, te acompañen a tu masificación, a tu alienación... adelante, no eres de los que busco.

Busco gente excepcional, genial y que contagie grandeza.

Tu, sólo sabes tomar cerveza y escoger "marcha" en vez del trabajo por tu gran pereza.

Te dices atea, porque estás en contra de las supuestas leyes divinas que aprisionan al hombre: pero tu ateismo solo se sustenta en tu ignorancia dogmática.

Este texto es de desahogo, esta es la puerta a un nivel más alto del que ahora te encuentras: quizá, cuando tengas sesenta años, si es que lo puedes volver a leer, lo entenderás.

Si sientes indiferencia al leerme, no puedo ayudarte a ver el arte de la vida cotidiana, ni a sentir la música como brisa vespertina de otoño.

Pero en cambio, si tu... ya sabes que por ahora y dos meses más, estaré en la cafetería a las dos: reclámame, preguntame, enséñame... después, lárgate y se verdaderamente feliz.

Mientras eso pasa... me despido.

Adiós, niña niño, que tentada por ser popular sucumbes en frases tan cotidianas... dices que escribes... ya no quiero leerte... tantos escritos existen como los tuyos, te lo aseguro... con muchos sustantivos y pocos verbos. Muchas interrogaciones, pocas imperaciones. Te sobran las meditaciones, te faltan las convicciones.

Si esperas segunda parte, cuando en una indirecta cibernetica recrimines esto. Pierdes el tiempo. Este tiempo, estos breves diez minutos que me gasté en tí, serán los únicos.

No hay más textos para tí después de este.

Lo tomas, o te dejas.

.

De: Abraham Arreola