Luces...
Es imposible ya dejar de escribir.
Pero más aún dejar de meditar.
Cuando un sueño se alza...
Cuando las luces, faroles modernos empiezan a producir lúmenes de urbana melancolía.
Cuando esto pasa, el ser humano que aún es animal, saca sus garras y se dispone a pelear.
Un tipo cualquiera, asegura que el amor no existe ya que es la ausencia del odio. Traducido al lenguaje bestia, que es el que él habla quiere decir: comida, ñam, no abrazos, sexo, hombre manda manada, uh ha.
Cada quién su percepción de su vida.
Mientras ese tipo cualquiera aprecia lo socialmente malo, esperando con eso sentirse el tipo más rudo de su callejón y conquistar a la hermosa chica que a su lado se sentó...
Otros ven la vida como una lucha entre el mal malvado y el bien bonachón... lucha interminable que hace sufrir y gozar.
Pero otros... jajaja... que cosas... y esta parte es la mejor.
Pues, lector amigo, podrás creer que estoy siendo actual con mi persona pero... jajajaja.... no. Esto lo aprendí a los diez años y sólo lo estoy haciendo prosa.
Mira la fotografia, siéntete transportado a un mundo que te hace respirar sangre; ese mundo, esa imagen, esa fotografia que parece reflejo de un sueño tranquilamente tormentoso.
Mientras caminas esperas que tu sueño anterior termine, al tiempo que lo crees como verdad.
Y andas, bajo tonaliades oscuras, con poca luz pero con mucho camino por recorrer. Esa imagen, es una imagen de mis sueños extraida en un paisaje y capturada por mi lente, por mis lentes.
Heladas noches nubladas que me recuerdan el peor día en que camine de noche y a su vez, la mejor noche en que camine contigo... bueno, con ella.
Noche de agresión y regresión. De amor sin lesión.
Y corres, mientras tus treinta años te anuncian que pronto llegarás a tu casa, que no tu hogar; te miras correr tras el balón, pasarlo a tu derecha, dar media vuelta, burlar a uno mientras tu compañero se atrasa con el balón, todos lo miran y te descuidan, él te observa en complcidad, miras a todos en una milesima y dedicas un poco más de tiempo al portero y pateas...
Y a tí, lector amigo.... que te inspira esta imagen. Que imagen despierta en tí el deseo de llorar, de enojarte y de amar.
Cuéntame lector, un cuento que trate de las formas divinas que tiene el amor.
De: Abraham Arreola
Pero más aún dejar de meditar.
Cuando un sueño se alza...
Cuando las luces, faroles modernos empiezan a producir lúmenes de urbana melancolía.
Cuando esto pasa, el ser humano que aún es animal, saca sus garras y se dispone a pelear.
Un tipo cualquiera, asegura que el amor no existe ya que es la ausencia del odio. Traducido al lenguaje bestia, que es el que él habla quiere decir: comida, ñam, no abrazos, sexo, hombre manda manada, uh ha.
Cada quién su percepción de su vida.
Mientras ese tipo cualquiera aprecia lo socialmente malo, esperando con eso sentirse el tipo más rudo de su callejón y conquistar a la hermosa chica que a su lado se sentó...
Otros ven la vida como una lucha entre el mal malvado y el bien bonachón... lucha interminable que hace sufrir y gozar.
Pero otros... jajaja... que cosas... y esta parte es la mejor.
Pues, lector amigo, podrás creer que estoy siendo actual con mi persona pero... jajajaja.... no. Esto lo aprendí a los diez años y sólo lo estoy haciendo prosa.
Mira la fotografia, siéntete transportado a un mundo que te hace respirar sangre; ese mundo, esa imagen, esa fotografia que parece reflejo de un sueño tranquilamente tormentoso.
Mientras caminas esperas que tu sueño anterior termine, al tiempo que lo crees como verdad.
Y andas, bajo tonaliades oscuras, con poca luz pero con mucho camino por recorrer. Esa imagen, es una imagen de mis sueños extraida en un paisaje y capturada por mi lente, por mis lentes.
Heladas noches nubladas que me recuerdan el peor día en que camine de noche y a su vez, la mejor noche en que camine contigo... bueno, con ella.
Noche de agresión y regresión. De amor sin lesión.
Y corres, mientras tus treinta años te anuncian que pronto llegarás a tu casa, que no tu hogar; te miras correr tras el balón, pasarlo a tu derecha, dar media vuelta, burlar a uno mientras tu compañero se atrasa con el balón, todos lo miran y te descuidan, él te observa en complcidad, miras a todos en una milesima y dedicas un poco más de tiempo al portero y pateas...
Y a tí, lector amigo.... que te inspira esta imagen. Que imagen despierta en tí el deseo de llorar, de enojarte y de amar.
Cuéntame lector, un cuento que trate de las formas divinas que tiene el amor.
De: Abraham Arreola
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