Ejercicio - 71
Acostado en la cama.
Mira el techo lleno de telarañas, piensa que están vivas
pues ya no queda ni una en pie.
Hace miles de días que no habita insecto alguno.
Suspira y piensa en un vinilo.
Sin importar que le critiquen.
Va por aquellos viejos plásticos.
Suele apilarlos en su cama.
Suele escucharlos con su hermana.
El doctor le dijo que padece de un fetichismo musical.
Aunque sabe que lo que tiene es precavismo elemental.
Y espera estar sin luz, en un cerro perdido.
Contando estrellas, gritando al vacio.
Con un tocadiscos mecánico tocando sin parar.
El primer disco que escuchó de Leo Dan.
Pero llora un bebé que no les y que le ama.
Pero grita una niña que le quiere, misma que cuidó como nana.
Suena la sonaja y la muñeca.
Suenan las risas y las quejas.
No puede callar a quién nunca conoció el ruido.
Sabe que por derecho tiene la palabra o lo que pueda usar de
ella.
Está conociendo un nuevo mundo.
Que los decibeles le bendigan.
Mientras él sostiene en su mano.
La promesa de ir a la soledad.
Sueña con volverse un campirano.
Que siembra su familia en vez de un maizal.
El doctor le dijo que padece de un fetichismo musical.
Aunque sabe que lo tiene es precavismo elemental.
Y espera estar sin luz, en un cerro perdido.
Contando estrellas, gritando al vacio.
Con un tocadiscos mecánico tocando sin parar.
El primer disco que escuchó del gran Leo Dan.
FIN
Abraham Arreola
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