Vinyl - Vinilo
El lunes, saque de mi casa mi estéreo, un aparato marca SANYO, cuya popularidad, honestamente no reconozco, pero reconozco su calidad: más de 25 años en nuestra familia la hacen una parte importante.
En un tiempo fue de alguien extraño, quizá apostador; para luego pertener al jefe de la familia... ahora me pertenece.
Aparato reproductor de casetes y vinilos.
Lo saqué pues para limpiarlo... sin embargo, al dejarlo limpio me entraron ganas de... obviamente...
Así, de esta manera, disfrutaba en lo ancho de mi hogar, la música más hermosa que tengo en mi repertorio.
¿Que qué música?
Hasta la pregunta ofende.
Luego de escucharla, vi un puente abrirse ante mí... no podía hacer más que: atravesarlo.
Ahora, lo recogo de allá fuera.
Sucio.
Más empolvado que cuando lo saqué.
Pero ¡ah jijo!
¡Cómo lo disfruté!
En un tiempo fue de alguien extraño, quizá apostador; para luego pertener al jefe de la familia... ahora me pertenece.
Aparato reproductor de casetes y vinilos.
Lo saqué pues para limpiarlo... sin embargo, al dejarlo limpio me entraron ganas de... obviamente...
Así, de esta manera, disfrutaba en lo ancho de mi hogar, la música más hermosa que tengo en mi repertorio.
¿Que qué música?
Hasta la pregunta ofende.
Luego de escucharla, vi un puente abrirse ante mí... no podía hacer más que: atravesarlo.
Ahora, lo recogo de allá fuera.
Sucio.
Más empolvado que cuando lo saqué.
Pero ¡ah jijo!
¡Cómo lo disfruté!
Comentarios
Publicar un comentario