A la ciudad.
Vámonos hijo mío que el cerro ya no es para nosotros.
Vámonos porque el coyote ya cantó y me da miedo estar entre tanto cactusal.
Vámonos, ya no estoy para sentirme salvaje mientras visto de traje y me enfrento a un león.
Vámonos con los humanos, de mi misma raza y condición.
Vámonos, antes de que el mundo recuerde mi debilidad.
Antes de que yo retome mi hostilidad.
Vámonos porque el coyote ya cantó y me da miedo estar entre tanto cactusal.
Vámonos, ya no estoy para sentirme salvaje mientras visto de traje y me enfrento a un león.
Vámonos con los humanos, de mi misma raza y condición.
Vámonos, antes de que el mundo recuerde mi debilidad.
Antes de que yo retome mi hostilidad.
Y deje de ser tu padre, para ser un animal.
Abraham Arreola
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