Un adiós terrenal. De: Abraham Arreola
Quién diría que se dia llegó.
Asi se veia, y nunca hubo vago que se metiera ahi... Solo rocas gigantes, cactus, nopales y conejos.
Es el único fragmento que existia de lo que la colonia Loma Bonita fue alguna vez. Cuando ibamos a la secundaria llenos de lodo, pues no habia ni carretera: y en el recreo cazabamos ardillas.
Un adiós terrenal.
De: Abraham Arreola
El
dia que tomé esa foto, aún era un terreno virgen: un completo baldio...
Ahora, sera una carretera, tendrá nombre y dos aceras: pues será para
que muchos autos pasen por ahi y llegar a más de diez colonias nuevas
que se han hecho por el camino a Mompaní.
Mi
casa dejara de estar entre terrenos verdes; pequeños fragmentos de
sierra queretarana; y quedará justamente a un lado del cruce entre dos
zonas urbanas.
Es el único fragmento que existia de lo que la colonia Loma Bonita fue alguna vez. Cuando ibamos a la secundaria llenos de lodo, pues no habia ni carretera: y en el recreo cazabamos ardillas.
Cuando
ninguna ruta pasaba por ahi, cuando hablar de Loma Bonita era decir un
pais lejano. Y cuando viviendo ahi, jugabamos por toda la calle hasta
altas horas de la noche, sabiendo que jamás, jamás pasaria un auto,
nunca un autobus, nunca un ladrón.
Tome
esa foto pensando en llenar los bits libres de la cámara; ahora que ya
no existe ese lugar, la foto, aunque mal encuadrada, me ayudará a
recordar la sensación de cuando pasabas por ahi sólo por la vista que
este baldó ofrecia.
Eso es vivir.
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