Aunque sea el séptimo arte, no es lo que realmente me satisface. Quizá estoy burlando el camino o tomándolo incorrectamente. Lo que es seguro es qu é las estatuas no me inspiran nada. Ni Da Vinci me emociona. Respeto a Dalí, por su imaginación y carácter, más no por sus obras. Lo que busco realmente son ondas, vibraciones. Música. Esa sensación. Tu cerebro se relaja, se tensa o se excita al tocar una buena canción. No Beatles, no me gustan, no música ochentera: cualquier "cualquiera" di rá que es buena música. Música, y ya. Tal vez sea de los Beatles o tal vez de los ochenta, pero ni el intérprete ni la época me interesa. Si despierto, si vivo, si imagino y vibro, es música. Nada me impresionan tus miles de discos y discografías, yo tengo más. O tu música extranjera, conozco de países cuyos nombres no puedes pronunciar. Elitista soy. Sólo el que sabe sentir la música. Sentirla como el primer beso en cada armonía a cada instante. Música es siempre. ...