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Mostrando entradas de octubre, 2010

Partes de diario 11

 Código: CPD Partes de diario 11 De: Abraham Arreola Pequeña parte, porque no es tan grande. Dicen que se fue para jamás volver, pero el caso es que ha regresado a ese mundo de miseria. Dejo el vicio, ahora solo vuelve para ver las entrañas de aquellos que aun no pueden salir de ahí. Lindo lugar, antes lo atacó, ese lugar a esa persona y después viceversa; bendito relajo. Después de cada canto etílico, regresa para ver que el otro vicio aun esta esperándolo: aguardándolo, para que en algun momento de soledad fatal, de el paso al abismo y comente una que otra estupidez en el muro, muro de la desesperación. Ah como no. Antes un muro separaba a una nación, mostrando la precaria realidad en la que vivimos. Ahora. Ahora un muro separa la realidad de lo virtual, imposibilitando ver la precaria realidad, haciéndonos soñar. Oh, dicen que él tuvo fama de escritor, de un escritor ardido, como muchos otros locos enamorados. Ríome de aquel hombre, pue

Mis últimas palabras De: Abraham Arreola

Mis últimas palabras De: Abraham Arreola De a según, esto es sólo un esbozo de lo que si será. Como dijesen los que lo dijesen: la meta de la vida es llevarla al más allá. Hola joven, siente ahí por favor. Dice usted que me conoce, que me admira y sigue al pie la letra todas mis palabras. Ya no hace falta que lo siga diciendo… me alegra ver tu independencia a pesar de que siempre me has seguido; por eso, para ti va este regalo… Desde los doce años sabía cómo funcionaba el mundo; pude ser famoso, poderoso, influyente y rico, pero con tanto conocimiento sólo era un intelectual más. Aspiré a la sabiduría plena, que si bien no se alcanza tan fácilmente: el camino que conduce a ella es maravilloso; ya sé, fui famoso, poderoso, influyente y rico; pero eso no importa… porque fui feliz. Así que, te dejo un último consejo: la inteligencia no lo es todo, no intentes conocer todo el mundo… Primero, conócete a ti mismo. Muero, muero primero que mi esposa, por favor, llévame a s

Soto voce De: Abraham Arreola

“Soto voce” De: Abraham Arreola ¿Qué puede ser secreto en estos días? Oye, tengo algo que contarte, pero por favor no le digas a nadie; sabes que las personas normales no toleran a gente como yo, que mis gustos son objeto de burla, no me gustaría estar muerto en vida; quiero vivir, y ya no quiero ser señalado, odio que la gente siempre este criticándome tan sólo por ser diferente a ellos; espera, parece que hay viene alguien, si nos ve juntos podría señalarnos e inmediatamente vendrían decenas de personas a agredirnos; parece que se fue por otro lado; bueno, es mejor irnos, aquí en la calle nadie debe saber mi secreto, pero te lo diré antes que el día comience y la gente se apretuje en la fila donde cada persona nos dará un balazo en la cabeza: yo, soy… heterosexual; así como lo oyes, me gustan las mujeres o mejor dicho… me gustas tú, y te lo he querido decir desde hace tiempo; ¡espera¡, parece que viene una lesbiana con una roca en sus manos, parece que ya nos ha visto; ¡vámonos antes

Mi ambiente De: Abraham Arreola

Mi Ambiente De: Abraham Arreola El ruidote hecho de ruiditos. Lo más interesante es el ambiente matutino en la avenida de La Piedra, en la calle de satélite; nueve de la mañana, las madres están frente al jardín de niños, los niños de la primaria están entrando apenas, las tortas filos aun no abren, solo camiones existen en el lugar; aunque la zona ya es un poco riesgosa, a esa hora todos los pandilleros salen a trabajar para comprarse, como si fuera un niño, un arma, un explosivo, bebidas alcohólicas; así que la gente no insulta, es de día y debe estar callada. Las pláticas son a voz baja, porque hay que enfriar los tamales; las cremerías están satisfechas, y no es necesario gritar ni empujar para ser atendido, al fin y al cabo, hay todo un día por delante. Solo los pasos de gente que tiene presencia se hacen escuchar en el asfalto, porque hasta eso, las banquetas únicamente sirven para llevar mandado.